Mi abuela, que es sabia,
siempre ha tenido
guardados los cuentos
que tiene aprendidos.
Es feliz si un niño pide
que le cuente un cuento,
y más feliz si ese niño
es uno de sus nietos.
Abuelita, soy Jorge,
cuentame un cuento,
sí mi cielo, yo te cuento,
sientate a gusto y mira mi cara
para ver como salen de
mi boca las palabras.
En el lago del jardín
entre sauces y geránios
hay una casa de piedra
y una familia de patos.
Mamá Tina ha reunido
a sus hijos los patitos,
es la hora de la clase,
nadaremos un ratito.
Uno a uno se lanzan
a las aguas, tras la madre,
animando al pequeñito
a seguirles al instante.
Duda un poco,
tiene miedo,
cierra los ojos,
levanta el vuelo,
ya está en el agua,
no pasa nada,
abre los ojos,
sonríe contento.
Mamá pata delante,
después los patitos,
cantan felices
nadando un ratito.
Autor: Mª Lourdes García Jiménez
siempre ha tenido
guardados los cuentos
que tiene aprendidos.
Es feliz si un niño pide
que le cuente un cuento,
y más feliz si ese niño
es uno de sus nietos.
Abuelita, soy Jorge,
cuentame un cuento,
sí mi cielo, yo te cuento,
sientate a gusto y mira mi cara
para ver como salen de
mi boca las palabras.
En el lago del jardín
entre sauces y geránios
hay una casa de piedra
y una familia de patos.
Mamá Tina ha reunido
a sus hijos los patitos,
es la hora de la clase,
nadaremos un ratito.
Uno a uno se lanzan
a las aguas, tras la madre,
animando al pequeñito
a seguirles al instante.
Duda un poco,
tiene miedo,
cierra los ojos,
levanta el vuelo,
ya está en el agua,
no pasa nada,
abre los ojos,
sonríe contento.
Mamá pata delante,
después los patitos,
cantan felices
nadando un ratito.
Autor: Mª Lourdes García Jiménez